7.7.10
¿Pero esto qué es?: Marc Fernández
La Semaine Noire, o sea, la Semana Negra en francés. Francia, país del polar y del roman noir, con más de 45 festivales cada año dedicados al género negro. Pero ninguno como el de Gijón, eso no. Porque la Semana es otra cosa, algo que uno no se puede imaginar. Sobre todo de este lado de los Pirineos, donde muchos piensan que mezclar la cultura con una fiesta popular no se hace (solo hay que ver lo aburrido que es el Salón del Libro o algunos encuentros con autores franceses para huir corriendo).
Mi primera Semana Negra fue en 2003. Tras entrevistar a Paco Taibo II en París en un frio mes de diciembre del 2002, le pregunte cómo un periodista de Francia podía cubrir este festival tan raro del que casi nadie había oído hablar en las redacciones parisinas. “Dame tus datos y te apuntamos. Solo tienes que estar en Madrid a la fecha indicada y te subes al tren negro”, me dijo con una sonrisa. Nos miramos sorprendidos, con Paolo, el fotógrafo que me acompañaba, acostumbrados que estábamos a rellenar papeles y acreditaciones para justificar que éramos periodistas y poder entrar en los diferentes festivales franceses.
Varios meses después, recibía un mail de la organización de la Semana Negra preguntándome cuando llegaba. Primera sorpresa. Dirección Gijón, mejor dicho Madrid para empezar con el tren. Segunda sorpresa. ¿Donde estoy? ¿En un encuentro de amigos locos o en un festival de literatura? Risas, abrazos, esto parecía más una familia que se iba de vacaciones que autores que iban a debatir de temas tan serios como la historia en las novelas, las drogas o los zómbies. Fue una experiencia única, sobre todo por la gente encantadora, el ambiente, el Don Manuel por las noches, los contactos que se convirtieron rápidamente en amigos. Al finalizar este primer viaje, me apunte a todas porque la Semana es como una droga, cuando la pruebas, te engancha. Desde este verano del 2003, al llegar el mes de junio, la impaciencia me invade, espero las primeras noticias de Gijón con las fechas, los primeros invitados, el programa.
Trás esta primera vez, el reto era publicar un amplio reportaje sobre la Semana Negra en la prensa francesa. Y fue más complicado que lo que me imaginaba. Me enfrentaba a unos redactores jefes cerrados. “¿Pero esto qué es?” me preguntaban mirando las fotos y escuchando mis explicaciones. “A ver, ¿cómo pueden hablar de libros en medio de una feria? La literatura es algo serio.” Durante varios meses esta fue la respuesta. Menos mal que algunos responsables de revistas se arriesgaron, primero en publicar una nota, después en aceptar crónicas diarias desde Gijón y, finalmente, en abrir varias páginas al tema de la Semana Negra.
De todos modos, sé una cosa: que publique o no, cada mes de julio me toca estar en Gijón. Porque ahí están mis amigos semaneros. Tenemos una cita anual y no me la perdería por nada. Vive la Semaine noire !