Ruedas de prensa en la Semana Negra. Toca lucha. De la buena. Historia. Memoria. Mujeres. Justicia. Derechos.
Pasen y vean: las comadres.
Pasen y vean: las comadres.
Dominique Manotti
Visita la Semana Negra, por segunda vez y después de varios años, la historiadora y escritora francesa que he granjeado un importante éxito y consideración en la novela de género noir en Europa. De su estudio de la historia y su trabajo como docente en la universidad, impartiendo clases de historia económica) es la herramienta perfecta para la creación de sus personajes y ambientes de género polar y lo utiliza como método de pensamiento y trabajo; hace una crítica de las hipótesis de partida, imagina que sería de la vida y la muerte de los hombres bajo esas premisas, crea y perfila los personajes. Así, es capaz de construir la máquina que recoge todos esos elementos acumulados de conocimiento. Es así como enfoca el estudio de la historia, del mismo modo que Manotti crea sus novelas.
Empezó a escribir tarde y no por vocación y la novela negra entra en su vida casi por necesidad. Parte de la culpa se debe a la llegada de Mitterrand al poder, desarrollando el Frente Nacional. La militancia (fue activista política desde los años 50) de Dominique es lo que ha hecho que utilice la escritura como forma que mejor se ha adaptado para contar la experiencia de su generación.
A la Semana Negra trae su último título Bien connu des services du police, que se ha traducido al catalán bajo el título Un habitual de la comisaríay que edita Al Revés. Sus páginas están plagadas de frases cortas y crueles en su realidad. Manotti hace convivir la violencia, miseria e injusticia con la que el mundo, aunque se disfrace de gracia, se presenta ante el pueblo raso. Queda claro. Para la autora, la historia es la herramienta y la literatura el medio. La sociedad, la actualidad mundial y la economía son el escenario de esta función que tan bien transmite Manotti. Una seguridad que también queda latente mientras pronuncia lo que parece un mantra: "El crimen es parte de la vida cotidiana, antes y ahora. La diferencia es que en la actualidad todo el mundo lo ve".
Maruja Torres
Periodista por instinto. La nena del raval. Esta catalana ha cubierto como corresponsal las guerras de Israel, Panamá y Líbano. Fuerza. Empuje. Allí y cuando volvió. Columnista en varios de los diarios más prestigiosas o de este país. hasta que no le dejaron contar más. Hasta que los editores de periódicos pudieron más que la profundidad del agua, que no es capaz de cerrarle la boca. La dinámica Torres es simplemente bomba de racimo entre los lectores. Porque es verdad. Y coraje. Y apoyo al derecho y libertad de expresión que quieran hacer desaparecer. Por suerte, y después de muchos años formando parte de la plantilla de uno de ellos, lo deja para comenzar un nuevo proyecto periodístico, de opinión, en la controvertida revista Mongolia. Allí hay que saber reír; entender la broma de lo cruel porque es denuncia. Eso, Maruja, sabe hacerlo muy bien.
Es en Diez veces siete, su última novela, donde ajusta cuentas con su vida periodística y hace evolucionar a Mujer en guerra, primeras memorias que fueron publicadas en 1999. Torres quiere contar la vida del periodista, la suya, cuando las vacas no son tan gordas. Cuando están en los huesos y eso de alojarse en el Majestic es sustituido por un mínimo presupuesto para hacer tu reportaje. Quizás eso que a priori es un disgusto tras tantos años entregada a la información, pero ha hecho que la autora arranque esta segunda parte de sus memorias con la situación de su despido del diario El país, situando el primer corte frente a la puerta del edificio donde pasó tantas horas. Con el nudo estomacal porque el jefe te quiere ver y el ambiente está enrarecido hace tiempo y cuesta respirara. Porque ya le han apretado las ganas en el pecho antes y siente que es la definitiva.
Imperdible este diálogo directo con el lector, repleto de imágenes del recuerdo, citas y metáforas preciosas que colocan a uno al frente de la dicha y el desasosiego de la incertidumbre por momentos.
Mención especial igual que su amadrinamiento de honor de El tren de la libertad y su recién estrenado documental "Yo decido. El tren de la libertad". Recuerdo a las comadres. Las de ahora y las de ayer.
Y la perlita: Maruja Torres piensa madura la idea de volver a la novela negra inspirada por el besamanos en la investidura del nuevo rey de España.
Asómense al agujero. Elijan. Crucen al otro lado. Piensen y crean en algo imposible antes de desayunar.
La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible
(Arthur C. Clarke)
Séptima cosa imposible en la que crees (antes de desayunar)
José Luis Correa: Al otro lado de la mesa en la que escribo hay alguien que sonríe, feliz, pacíficamente, mientras lee una novela de misterio.
Santiago Rocagliolo: Hoy voy a escribir un libro.
Pablo Sebastiá: Creo que el ser humano va a lograr desarrollar de tal manera la tecnología que, llegado el momento, formará parte activa de su propia evolución. El siguiente salto evolutivo lo provocaremos nosotros mismos desde un laboratorio. Y no hará falta que pasen miles de años. Sólo decenios. Y entonces viviremos para siempre.
Marcelo Luján: Suelo desayunar mal y tarde. Pero siempre creo en que ESO puede cambiar para mejor. ESO es el mundo que me rodea, un mundo que también es tu mundo.
Horacio Convertini: No creo en imposibles. Perseguir utopías está sobrevalorado. En todas las utopías, probablemente, palpita una desgracia o una estupidez. Prefiero creer en lo que veo, en lo que toco, en lo que puedo. La mejor medida es la de lo posible.
Carlos Zanón: Que aún me amas
Casimiro Torre González: Ultimas Noticias. Se prohíben, definitivamente, los paraísos fiscales en todo el mundo…
Paco Gómez Escribano: En la Santísima Trinidad del crimen español: Juan Madrid, Andreu Martín y Julián Ibáñez junto al ángel caído: Luis Gutiérrez Maluenda.
Gabriela Cabezón Cámara: Que voy a lograr ser ordenada, levantarme tempranísimo, ir al gimnasio, escribir varias horas y luego cumplir con la larga lista de obligaciones.
Valerio Bindi: Che ogni viaggio è un'allucinazione. Che ogni realtà è una visione. E
che una rete di visioni collega tutti noi che ce ne nutriamo e le
facciamo realtà.
José Carlos Somoza: Que llegue a ser Califa algún día y tener a Scherezade al lado.
Alberto López Aroca: En la inmortalidad. Farmer lo decía bien claro: “Sin inmortalidad, la vida no tendría sentido”.
Ana Colchero: Soy una incrédula
Paco Roca: Que ese va a ser el día en que haré mi mejor obra.
Elia Barceló: Que el bien siempre tiene su premio y el mal su castigo
Alexis Ravelo: Frailes de ocho brazos que manosean a bailarinas ciegas.
Víctor del Árbol: Que un día, al despertar, este país sea mejor de lo que es. Eso querría decir, claro, que yo también soy otro.
Jesús Cañadas: Creo que algún día aprenderé a no hacer el tonto en las entrevistas. Luego desayuno y me doy cuenta de que no va a ser posible.
David Llorente: Antes de desayunar sólo creo en seis cosas imposibles. Me pasa como a la reina de Lewis Carrol.
Miguel Ángel Molfino: Creer en mí, algo que suele parecerme imposible. No obstante, mis desayunos son armónicos.
Carlos Salem: Uno de los de Belascoarán de PIT II, y ser ayudante del detective y, si puedo, birlarle a la muchacha de la cola de caballo.
José Luis Muñoz: Que el mundo mejore, porque es un bucle y todo lo que pasa ya ha pasado. El que todo cambia para que nada cambie, como decía Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Con ese convencimiento uno debería quedarse sentado a dejar pasar los acontecimientos, pero no, se es imbécil y se implica en ellos, imagino que con la idea ilusoria de que algo aportas. Pero es que todo es engaño, desde que naces hasta que te mueres, aunque algunos nos rebelemos por la insoportable levedad de nuestro ser, qué gran título y qué gran novela.
Javier Diez Carmona: En la inspiración. Antes de desayunar, me despierto envuelto en la niebla de mis sueños y confío en las musas y resto de ninfas invisibles. Después, un café bien cargado me recuerda que solo existen el trabajo y la perseverancia.
Nerea Riesco: Que la sociedad española al fin se ha concienciado de que descargarse ilegalmente libros por internet es robar y que, por tanto, es de muy mal gusto jactarse de ello en público (mucho más si el autor de la obra que se acaban de descargar está presente).
León Arsenal: En que todo puede mejorar, todo absolutamente. Es en ocasiones harto difícil, desde luego...
David Yagüe: Creer que las seis maravillas que pululan por mi cabeza sobrevivirán al café.
José G. Cordonié: Que sólo queda un día más para la Revolución.
Felicidad Martínez Herrero: Que como dijo Robert Heinlein en El número de la bestia: cualquier obra de ficción puede existir en uno de los infinitos universos paralelos, si esta tiene el suficiente número de lectores para que, con su imaginación, conviertan ese mundo en algo real.
José Ramón Gómez Cabeza: Desde hace un par de días en como contestar este cuestionario y salir indemne del intento.
Alicia Andrés: Creo que otros mundos son posibles dentro de este y que flotan en algún lugar más allá del aire. Nuestra imagen se multiplica en cada uno de ellos como en un espejo. Así que en estos momentos quizá otra Alicia esté contestando a estas mismas preguntas desde una cabaña en el bosque, mientras lee "Cien años de soledad" y escucha un disco de Duke Elligton, que suena a Cortázar. Con mi nombre es fácil creer en estas teorías.
Carolina Solé Terrado: Que será un buenísimo día para todo el mundo y que la lucidez, la inspiración y el genio del estilo aparecerán de repente mientras escribo para quedarse conmigo.
Juan Miguel Aguilera: Creo que soy inmortal. No es broma, lo creo. Espero no equivocarme...
Berna Gonzalez Harbour: Aún creo en las personas, no todas pero sí las suficientes.
Pedro Tejada Tello: Que esta crisis provocada se acabará pronto.
Carmen Moreno: No sabría decirte, pero hay una frase, y esta es la primera vez que lo cuento a nadie, con la que me levanto siempre en la cabeza: “Es que hay cosas que no entiendo”. Así que, supongo, que eso que considero imposible sea que voy a entender todo lo que pasa a mi alrededor.
José Ramón Alarcón: Que en un futuro indefinido reuniré material vital suficiente para escribir acerca de sobremesas azconianas.
William C. Gordon: Que los rusos compran mis libros y me pagan por ello.
Noemí Sabugal: Que ese día tendré horas y horas por delante para escribir. Lo intento, pero mi casera me da una ducha fría, me abre la puerta y me manda al curro de una patada en el c…
Milo Krmpotic: Todo va a mejorar.
Lorenzo Silva: Yo siempre he sido muy de los Reyes Magos, como buen republicano. Y existen y son benéficos, doy fe, al revés que los otros.
Mercedes Rosende: Creo en la paz, en la armonia, en la convivencia mundial, en el respeto por los diferentes, en la fraternidad, en el derecho de todos -pero todos- a una vida digna y productiva.
Esto es la Semana Negra ¡y sigue!
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